El siglo XIX fue el contexto social e histórico del Romanticismo.
Tanto la Revolución Industrial como la Revolución Francesa beneficieron a unos cambios que dieron lugar a una nueva etapa, la Edad Contemporánea.
Antes del Romanticismo, la sociedad era estamental, cuyo poder lo marcaba el nacimiento, según en el estamento que fuera. La nobleza era el brupo que dominaba.
En la actualidad de la época, la sociedad pretendía ser de clases, cuyo poder lo daba el dinero. La burguesía era el grupo emergente que dominaba económica y socialmente.
En cuanto a la política, se volvió al Antiguo Régimen debido a la Restauración, como ya dije en entradas anteriores. La burguesía, poco a poco, consolida el poder hasta dominar por completo, llegando a oprimir al proletariado.
En cuanto al pensamiento, aparecen dos vertientes: el idealismo, basado en la exhaltación del "yo". El filósofo Hegel, lo hizo popular; y el liberalismo, que como también dije en anteriores entradas, defendía las libertades individuales.
En 1812, se redactó la Primera Constitución Española, llamada "La Pepa".
En cuanto al movimiento literario y cultural, Goethe en Alemania, con su obra "Werther", y Young en Inglaterra, fueron los precursores del Romanticismo.
Este movimiento supone una forma novedosa para la sociedad, de entender el mundo.
El romántico es una persona insatisfecha con el mundo que le ha tocado vivir.
Por parte de la sociedad se produjeron dos formas de protesta romántica:
-Tradicionalista y aristocrática: estaba a favor del Antiguo Régimen y el contra de la Revolución y de la burguesía.
Walter Scott, en Inglaterra, y Zorrilla y el Duque de Rivas, en España, defendía esta vertiente.
-Liberal y revolucionaria: consideran que la Revolución ha fracasado y que las ilusiones del nuevo mundo (libertad, igualdad y fraternidad) han sido desvirtuadas y sustituidas por nuevas formas de opresión. Están a favor de la libertad individual, del progreso y de los Derechos Humanos.
A esta vertiente pertenecen Lord Byron, en Inglaterra, Alejandro Dumas, Víctor Hugo y Stendhal, en Francia, y José de Espronceda y Larra, en España.
Las características principales del Romanticismo puede clasificarse de la siguiente manera:
-Fugacidad del tiempo.
-Desacuerdo con el mundo.
-Exhaltación del "yo".
-La libertad.
-La naturaleza.
-La historia.
-Los conflictos sociales.
-El lenguaje exagerado.
-Seres sobrenaturales.
La poesía romántica se compone de la poesía lírica (trata de lo emotivo y refreja muy bien el alma desesperada, triste y enamoradiza del romántico) y de la poesía narrativa, ambientada en la Edad Media.
José de Espronceda representa muy bien el modelo español de poeta románitco exaltado.
Escribió teatro, novela histórica, poesía lírica ("La canción del pirata", "El reo de muerte" o "El Verdugo") y dos poemas narrativos (" El diablo mundo", que incluye el Canto a Tersa, su esposa difunta, y "El estudiante de Salamanca").
Su estilo era enfático y pomposo con versos que favorecían al ritmo marcado y grandilocuente.
La prosa romántica se compone también de dos vertientes: la novela histórica (que se centraba en temas relacionados con la Edad Media. Una obra característica es "El seños de Bembibre", de Enrique Gil y Carrasco) y el costumbrismo ( predecesor del periodismo) en el que los autores hablan de la realidad con distancia y objetividad. Se desarrolla en la primera mitad del siglo XIX (antecedente del Realismo).
Larra logró su mayor niver literario en los artículos periodisticos madrileños. Estos artículos se clasificaban en literarios, costumbristas y políticos. En ellos solía criticar la mediocridad, dando un valor muy personal al artículo y teniendo en cuenta la perspectiva europea.
Cabe destacar que se suicidó a las 27 años.
El teatro romántico vive en Europa su momento de esplendor a partier del éxito que, en 1830, obtuvo la obra de Víctor Hugo, "Hernani". La estética romántica se impuso a la clásica.
En España, tras la muerte de Fernando VII, se produjo una revancha de estrenos teatrales:
-"La conjuración de Venecia", de Martínez de la Rosa.
-"Don Álvaro o la fuerza del sino", del Duque de Rivas.
-" El trovador", de García Gutiérrez.
-"Los amantes de Teruel", de Eugenio Hartzembusch.
Pero la obra de treatro romántico español por excelencia es "Don Juan Tenorio", de José Zorrilla, que se dio a conocer leyendo un poema en el entierro de Larra.
Las características del teatro eran:
-Que no había ni tiempo, ni acción, ni lugar.
-Que se mezcla lo dramático con lo cómico.
-Que las historias eran largas y habían muchos escenarios.
-Que los actos eran de tres a cinco, y llevaban título.
-Que el héroe es un ser misterioso, y tiene un amor correspondido, pero con un destino aciago que le afecta a él y a los que le rodean.
-Que los temas eran el amor y la libertad.
Tras esta oleada romántica, aparecieron dos románticos rezagados que nacieron en 1836 y 1837. Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro, respectivamente.
Bécquer destacó por obras en prosa como "Las Leyendas", "Cartas desde mi celda", "Cartas literarias a una mujer" y "La historia de los templos de España".
Su obra en verso más importante fueron "Las Rimas", que se perdieron en el saqueo de la casa del ministro González Bravo en el 1868, y que fueron reconstruidas de memoria por sus amigos en 1871.
Los temas de los que hablaba Bécquer en "Las Rimas" estaban clasificados y eran los siguientes:
-El proceso creador, la poesía y el poeta.
-El amor esperanzado.
-El desengaño y la ruptura.
-Los sentimientos que provocan a la desesperación, la tristeza, la soledad, la muerte...
La otra romántica rezagada, Rosalía de Castro destacó por sus obras:
-"Cantares Galegos".
-"Follas Novas".
-"En las orillas del Sar".
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